Una tesis ampliamente extendida y aceptada por muchos es la relación entre drogas ilegales – especialmente las drogas alucinógenas – y su papel en la creación artística y el pensamiento creativo.
¿Qué es la creatividad?
Existen muchas y diversas definiciones para expresar todas las características, habilidades, aptitudes y acciones que engloba la palabra creatividad; pero en general podemos decir que la creatividad se define como:
- Capacidad para generar nuevas ideas o conceptos desde cero o hacerlo de manera distinta a la habitual.
- Capacidad de asociar conceptos o ideas ya conocidos para formar nuevas estructuras de pensamiento.
- Habilidad para identificar, plantear y solucionar los problemas de formas diferentes, útiles y exitosas.
La creatividad es una capacidad innata que se desarrolló a lo largo de la evolución de nuestra especie para permitir la adaptación al medio ambiente y el desarrollo de habilidades de supervivencia; por lo tanto todos los seres humanos somos creativos por naturaleza.
¿Por qué algunas personas son más creativas que otras?
Varios autores han propuesto dos tipos de pensamiento cuya existencia ha sido probada mediante evidencia científica: el pensamiento convergente y el divergente.
Pensamiento convergente: Estilo cognitivo característico por su linealidad y manejo lógico de la información para llegar a una sola respuesta correcta. Ejemplos de ello es la resolución de una operación matemática, la solución de un crucigrama, la solución de un laberinto, entre otros. Este tipo de pensamiento se orienta a soluciones convencionales y basadas en la evidencia de conocimientos previos.
Pensamiento divergente: Pensamiento atemporal y simbólico que no responde necesariamente a las reglas de la lógica. Permite encontrar respuestas nuevas y originales para un mismo problema. Como podrás imaginar, este tipo de pensamiento es el que predomina en las personas que consideramos “creativas”.
Podríamos decir entonces que el pensamiento convergente reside en el hemisferio izquierdo y el divergente en el hemisferio cerebral derecho. Por lo tanto el pensamiento creativo depende necesariamente de la acción conjunta y complementaria de los dos hemisferios cerebrales.
Otra parte del cerebro fundamental para el pensamiento creativo es el lóbulo prefrontal. Su actividad da lugar a un tipo de pensamiento autodirigido que llamamos pensamiento deliberado, el cual se refiere a la organización lógica de la información. Que proviene de las diferentes áreas del cerebro. Esto da lugar al pensamiento inteligente, persistente y dirigido a crear una solución adecuada para determinada situación.
Algunos teóricos, como Martindale, C. (1999, Biological Bases of Creativity), proponen que el proceso creativo se origina gracias a una hipoactividad del lóbulo prefrontal, lo que permite una mayor fluidez entre las ideas y conexiones más variadas y originales gracias a la poca represión de las ideas social y moralmente preconcebidas que dependen de la actividad de esta área.
Muchos inventores, científicos y artistas han encontrado la inspiración que necesitaban para solucionar un problema dado en un momento de extrema relajación o en alguna etapa del sueño, en la que la actividad del lóbulo prefrontal se encuentra disminuida. A este tipo de pensamiento se le conoce como pensamiento espontáneo.
La realidad es que el lóbulo prefrontal participa de estas dos maneras en el proceso creativo: el pensamiento espontáneo es organizado y puesto en marcha por procesos relacionados con el pensamiento deliberado.
¿Qué tiene esto que ver con las drogas?
Muchos artistas, han defendido la idea de que las drogas desencadenan la creatividad en diferentes áreas y son una ventana directa a su mundo interior. Pero la realidad no es que las drogas vuelvan a alguien más o menos creativo, sino que como hemos comentado, algunas drogas disminuyen de forma importante la actividad del lóbulo prefrontal, lo que favorece el pensamiento espontáneo: al bloquear el juicio, la moral y el pensamiento social y moralmente establecido, se permiten conexiones más ilógicas, raras y originales entre las ideas y conocimientos ya almacenados previamente en el cerebro, lo que permite la creación innovadora.